Se comenzará a prohibir juntarse más de diez personas…

La policía ha vuelto a ser notica tras un video donde unos policías sacan a ocho pibes de un espacio abierto, una plaza. En el hecho, a un policía se le escapó un tiro («de munición no letal»). El hecho además de mostrar la ignorancia clara en el uso del arma, muestra los modos prepotentes habituales a veces naturalizados por la población. Aclaramos que hay prepotencia si en un contexto totalmente tranquilo hay un arma gatillada y/o sin seguro.

A nosotrxs no nos asombra ni queremos poner el tema sobre el «accidente» o el «mal procedimiento», lo que nos interesa debatir siempre es la propia naturaleza de los aparatos represivos estatales. Su accionar constante, el objetivo de sustento del orden social injusto de los mismos y las posibilidades terribles de su existencia futura. Debemos agregar además ahora en la cortita, la posibilidad de «dispersar» lo que consideren aglomeración. Aún no votada esta cosa de que no se pueden juntar diez personas, ocho son sacadas de una plaza donde incluso podría haber terminado en tragedia, ¿qué podemos esperar?

Nuestra reflexión debe intentar superar, claro, la anécdota, debe ir hacia la raíz del problema. Por eso estos textos que sólo intentan ser una pequeña puertita al pensamiento vuelven sobre la capacidad o no de nuestras comunidades de autogestionar la vida. La pandemia solo sirve de ejemplo, no solo de la catástrofe medioambiental que supone el capitalismo sino también de los gestores de la miseria organizada y como aprovechan.

El Estado sigue profundizando sus aparatos de control y represión, estar dormidxs ante eso no puede ser una opción. Creemos que tenemos que continuar creando y desarrollando los modos directos de organización de la vida basados en los principios de solidaridad y mutuo apoyo para barrer de una vez por todas al capitalismo y su cultura de represión…