¿Pueden las reglas ser algo subversivo?

paris

Lxs anarquistas no están en contra de las reglas. En contra de las leyes, claro que sí, pero las leyes son solo un tipo de regla particular. La ley es un tipo de regla autoritaria, con pretensión de universalidad y coerción. La ley, en definitiva, está asociada al paradigma de obediencia justa, la visión general que tienen las personas que creen que por una razón u otra se debe obedecer a otrx. La ley implica un cuerpo separado, representante de la voluntad de lxs demás y atado a la incidencia de los sectores poderosos.
A la ley lxs anarquistas le oponemos el acuerdo. El acuerdo implica siempre la aceptación voluntaria y explícita de lo acordado, hecho que rompe la representación de la voluntad, el poder político. La instancia en la que eso ocurre puede variar, puede ser una asamblea o ser algo mucho más informal. Si hablamos de algún tipo de organización compleja, económica o de lucha, indudablemente el acuerdo puede estar unido a ciertas “formalidades”, pero nunca será una ley con un poder separado detrás.
Por ende, si acuerdo y ley son reglas, sólo el primero es aplicable a una organización antiautoritaria. En este sentido, el acuerdo es subversivo en sí mismo. Si pensamos en su generalización, vemos inmediatamente que no podría convivir con el tipo de sociedad capitalista y jerárquica en la cual estamos. Claro que eso no significa que la clave de la revolución social sea la simple generalización de un modo de decidir.
Las sociedades cada vez más han sido privadas de la capacidad de decidir por sí mismas. El principio de autoridad, de poder separado, actúa también como principio psicológico de contención haciéndose pasar por algo “natural”. La falsedad de que las sociedades complejas no pueden crear formas de organizarse de abajo a arriba, y sin explotación, mantiene la destructiva organización autoritaria de la sociedad actual en pie.
Las personas ya creamos reglas constantemente con otrxs, la mayoría de las veces sin necesidad de burocracias o representantes. Día a día vivimos en común y no por la cohesión de las leyes. La sociedad capitalista hunde al individuo en la soledad y la desesperación convirtiendo a lxs demás en enemigxs y competidorxs. Las reglas de lxs patronxs no se alinea con los intereses de los pueblos. No son subversivas las leyes “más sociales”, las “leyes más justas”, creadas siempre por otrxs, como si nos regalaran algo. Son subversivas las reglas que nosotrxs nos damos y que aceptamos libremente y en igualdad. Por eso creamos asambleas sin jefes y sociedades autónomas de abajo a arriba. Nada más y nada menos.

R.


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