Efemérides / 18 de Marzo de 1931, fuga de anarquistas del Penal de Punta Carretas.

El 18 de marzo de 1931 a las 14 y 20 minutos de la tarde todo parecía transcurrir con normalidad en el patio de la cárcel de Punta Carretas. Algunos anarquistas presos por un ataque a un ómnibus de la patronal en conflicto jugaban el clásico partido de fútbol junto a otros presos comunes, otros, viejos anarquistas falsificadores de billetes para financiar la lucha social, jugaban el más emocionante partido de ajedrez de su estadía en prisión, ya que mientras eso sucedía, un boquete se abría desde el piso del baño del penal para fugarse por ahí, siete anarquistas junto a otros presos que aprovecharon la volada.
  El túnel había sido construido por Miguel Arcángel Roscigna, Gino Gati, Fernando Malvicini, Manuel Paz y Andrés Vázquez, vinculados al Comité Pro Presos de Buenos Aires. El objetivo era liberar a tres catalanes, que habían formado los primero grupos de acción armada anarquista en Barcelona para defender a los sindicatos obreros de los constantes ataques y asesinatos de los pistoleros armados por las patronales y a un argentino, Moretti, miembro del Comité Pro Presos de Buenos Aires y perteneciente al círculo cercano de Roscigna, quienes se encontraban presos tras un resonado asalto en Montevideo al cambio Messina en 1928. Junto a ellos se fugaron tres panaderos anarquistas que habían sido detenidos por un ataque a una panadería que no respetaba el descanso nocturno de los obreros.
  El túnel fue una obra de ingeniería admirable. Con el dinero de un asalto realizado en Buenos Aires por Roscigna junto a Severino Di Giovanni los anarquistas compraron un terreno frente a la cárcel, levantaron un galpón y bajo la fachada de la “Carbonería El Buen Trato” construyeron el túnel subterráneo que logró devolver la libertad a los compañeros presos.
  Cuando los constructores del túnel fueron capturados por la policía la prensa estaba tan obsesionada con tan llamativos anarquistas que se realizó una conferencia de prensa en la misma comisaría donde estaban detenidos, allí Roscigna pudo explicar lo sucedido: “alguna vez se hará justicia a los anarquistas y a sus métodos: nosotros no tenemos a nadie quien nos financie nuestras actividades, como la policía es financiada por el Estado, la Iglesia tiene sus fondos propios, o el comunismo tiene una potencia extranjera detrás. Por eso, para hacer una revolución, tenemos que tomar los medios saliendo a la calle, a dar la cara”.
  Acto de coraje, audacia y efectividad, en el túnel que conducía a los compañeros presos hacia la libertad dejaron plasmado un pequeño cartel donde se podía leer:
  “La solidaridad entre los ácratas no es solo palabra escrita”.

P.M.